Inolvidable el comienzo de "The Rocky Horror Picture Show" y su homenaje a las "sesiones dobles" de cine de terror que se hacían en los algunos cines estadounidenses. Cine de terror cutre, generalmente escaso de fondos y con unos resultados entre la comedia y el terror.
Y en este género encontramos en el 2007 dos de estas dobles sesiones más que recomendables. En la parte "seria" del espectro cinematográfico tenemos "Grindhouse", compuesta por "Planet Terror" de Robert Rodríguez y "Death Proof" de Quentin Tarantino. Únicamente en países anglosajones el visionado es conjunto, en el resto del mundo se han presentado como dos películas separadas. Planet Terror es un homenaje al cine de zombies, aquél donde un incotrolable virus se extendía por los campos de Texas provocando matanzas. La absoluta libertad de Rodríguez para moverse a lo largo del rodaje le dan a la película momentos brillantes, sobre todo para aquellos aficionados del gore cómico. Para la galería de iconos del cine queda Rose McGowan en su papel de bailarina de streaptease tullida con una metralleta por pierna ortopédica. Death Proof hay que valorarla en su justa medida. Mejor que Planet Terror en cuanto a guión y actuaciones, y desde luego bastante más ajustada al género "remember", Tarantino se alza de nuevo como un director que sabe lo que se hace a pesar de hacerlo pocas veces, pero no raya a la altura de "Pulp Fiction" o "Reservoir Dogs" (que nadie espere nada parecido). Kurt Russell borda su papel de psicópata al volante, y las conversaciones de las "chicas Tarantino" (ocho en esta película) son brillantes por momentos.
Justo en las catacumbas del cine, alejados de los grandes proyectos hollywoodienses, nos encontramos con "Ovejas asesinas" y "Desmembrados (Severance)", con una intención claramente cómica, bastante alejada de pretensiones de cine académico serio. La primera, del neozelandés Jonathan King, es otra de zombies, pero esta vez son las ovejas las que han llegado para sembrar el caos, en una nación en la que hay muchas más ovejas que humanos. Los guiños a las primeras películas de Peter Jackson (también neozelandés) como "Tu madre se ha comido a mi perro" son más que evidentes. Desmembrados (mucho mejor en inglés, Severance) de Christopher Smith, es una sátira sobre el cine de terror adolescente, aunque cuenta con algo de crítica contra la venta de armas estadounidense. Un grupo de trabajadores de una agencia de venta de armas se desplaza un fin de semana a un paraje apartado para jugar al paintball, pero allí les espera una guerrilla armada con los productos que ellos mismos venden. Qué mejor lugar para esto que seguir la senda abierta por Eli Roth con "Hostel" y mandar la acción al este de Europa, donde la caída del bloque soviético y las guerrillas locales dan más juego del esperado.
El gore cutre ha vuelto... a disfrutarlo.